lunes, 14 de octubre de 2013

SIMCE TIC Una segunda evaluación de las habilidades TIC para el aprendizaje

Esta semana se dio inicio a la aplicación de la prueba Simce de Tecnologías de la Información. El test se realizará cada dos años y se llevará a cabo durante todo el mes de octubre en 473 establecimientos educacionales del país.

Ad portas de SIMCE TIC 2013 podemos reflexionar sobre esta importante medición para un sistema educativo, que aspira a formar estudiantes para responder a las necesidades de una sociedad altamente tecnologizada. En efecto, según el Informe anual de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), Chile se posiciona en el segundo lugar en Sudamérica- después de Uruguay- con mejor desarrollo de las TIC y, a nivel mundial se encuentra en el número 51.

Chile presenta un trabajo sistemático en materia de inserción de TIC en educación y en la sociedad. Enlaces ha trabajado a lo largo de 22 años para lograr una amplia cobertura educativa de las TIC y lo que partió como un proyecto para enlazar escuelas, ha sido en gran medida la base del desarrollo tecnológico del país. SIMCE TIC con sus virtudes y defectos presenta la oportunidad de medir cuanto se ha avanzado en estos dos años.

Lo primero es recordar que Los resultados del Simce 2011 mostraron que el 3,3% alcanza un nivel avanzado, el 50,5% intermedio y 46,2% inicial. En el nivel fue avanzado el alumno es capaz de integrar información de distintas fuentes, evaluarla y estructurarla, introduciendo ideas propias en un producto determinado, usan Internet en forma segura, comprenden los problemas legales asociados al mal uso de la red y muestras competencias avanzadas en el uso de las TIC. Los resultados por tipo de colegio mostraron que el nivel avanzado es alcanzado en los municipales por el 0,6%, en los Particulares Subvencionados por el 3,1% y en los Particulares pagados por el 18,2%.


Chile a través de ENLACES del MINEDUC, ha generado una política que ha permitido dar acceso a las TIC que los alumnos usan mayoritariamente en nivel básico e intermedio. Los resultados del Censo TIC muestran que hemos avanzado en el acceso, disminuyendo la brecha digital asociado a este concepto, el desafió es desarrollar las competencias digitales para el aprendizaje, que nos permitan un mejor aprovechamiento de las TIC como herramienta para apoyar sus procesos de aprendizaje e incorporar las competencias claves en el trabajo actual, como la búsqueda y selección de información para producir productos nuevos en forma colaborativa, disminuyendo la brecha de uso.

Los resultados del SIMCE TIC son en gran medida reflejo del sistema educativo, están altamente mediados por el estrato social al cual pertenecen los estudiantes, y eso es obvio si se considera que se discrimina, selecciona a los estudiantes y los con mejores recursos acceden a colegios con infraestructura física y profesional de mejor calidad. También sucede lo mismo en las otras áreas del SIMCE. En los estratos sociales más altos hay mayor acceso a las TIC en la casa, en el celular o el portátil, lo que facilita el logro de las competencias digitales dado un uso más intensivo, en cambio en los sectores más pobres el acceso es menor en la casa, se accede vía cibercafé y para muchos jóvenes la escuela es el lugar de acceso y uso de TIC, aunque sea con horas limitadas a la semana. Coincidentemente, lo estudios internacionales también demuestran que las competencias digitales están fuertemente influenciadas por el capital cultural de las familias, a mayor capital cultual mejor manejo de TIC, por lo mismo en algunos países han comenzado a trabajar con las familias.

Los factores claves para desarrollar las Competencias Digitales para el aprendizaje

En el logro de las competencias digitales influyen múltiples factores como: acceso a las TIC, conectividad, soporte técnico, los docentes, la formación docente en TIC, el liderazgo directivo, la escuela en su conjunto, etc.

Para aprovechar las TIC existentes se requiere contar con profesores competentes para utilizar las TIC en sus tareas docentes, profesores que crean en el potencial de las TIC para apoyar la docencia, cuenten con formación en aspectos técnicos y metodológicos para usar las TIC con fines educativos, especialmente en el ámbito pedagógico, donde deben crear y moderar ambientes de aprendizaje mediados por las TIC, de modo de integrar las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje y desde ese espacio desarrollar las competencias que miden el SIMCE y pruebas internacionales, competencias necesarias para insertarse en una sociedad altamente tecnologizada. No sería lógico, quizás si complementario, implementar talleres para desarrollar las competencias digitales que mide el SIMCE, lo natural es que se logren por un uso intensivo, intencionado y mediado de las TIC en el curriculum.

Se requieren políticas a nivel de escuela y a nivel país, el acceso a las TIC no implica necesariamente un buen uso a nivel educativo, hay mucho que avanzar en esa materia, hemos sido eficientes en dar acceso a las TIC, aunque la Internet en Chile es una de las más caras del mundo, y su cobertura no abarca las zonas rurales. Sin embargo, falta avanzar en mejores usos pedagógicos, para lo cual contar con modelos de innovación para insertar las TIC en la enseñanza y aprendizaje e investigación es elemental.

El liderazgo del director es clave, es el quién debe dar las directrices para situar el rol de las TIC en su establecimiento en los aspectos administrativos y pedagógicos, aspectos que se deben reflejar en el proyecto educativo institucional y, cuyos avances deben estar constantemente monitoreándose y evaluándose. Desde la época de Enlaces en los ´90 siempre se asoció el éxito del proyecto al rol del directivo y del equipo directivo, pero el rol del Jefe de UTP es trascendental, pues es éste quién debe velar porque las TIC sean incorporadas adecuadamente en las planificación del trabajo en aula e implementadas para fortalecer el trabajo de los docentes en la integración curricular de las TIC.

Qué esperar de este SIMCE TIC

Esperaríamos que en esta medición el logro de los niveles medio y avanzado creciera especialmente en los establecimientos municipales y particulares subvencionados, de modo de disminuir la brecha de uso. Si esto fuese así, tendríamos un paso adelante en el logro de estas competencias tan necesarias para la educación superior como e-estudiante y en el mundo del trabajo como e-ciudadano.

Esperaríamos que en estos dos años los establecimientos y los docentes hubiesen comprendido la importancia de desarrollar estas competencias digitales para el aprendizaje y trabajado en los procesos que lideran en las escuelas y, por tanto, esos esfuerzos se vean reflejados en esta medición.

SIMCE es una medición modelo a nivel mundial, pues es complejo el sistema implementado para medir estas competencias y los simuladores utilizados para registrar las secuencias de acciones realizados por los estudiantes. Existen otras pruebas, pero muchas de ellas son declarativas. Las competencias que se miden son las mismas que reportan otros instrumentos a nivel de OECD como ICILS estudio internacional para investigar en varios países jóvenes para insertarse en la era digital, para el trabajo, la educación y la ciudadanía.

El evaluar estas competencias nos ponen en buen pie para ver qué se está haciendo bien, qué resulta y por sobre todo qué nos falta por mejorar, de modo de orientar un mejor uso de las TIC instaladas en la escuela y las que acceden los jóvenes fuera de la escuela, fortaleciendo el aprendizaje formal e informal.

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